El Vaticano repudia la centenaria "doctrina del descubrimiento" utilizada para justificar la confiscación de tierras indígenas
Una declaración del Vaticano ha repudiado la "doctrina del descubrimiento", teoría que sirvió para justificar la apropiación de tierras indígenas por las potencias colonizadoras a partir del siglo XV. La "doctrina", basada en bulas papales de la época, fue tratada por las potencias políticas como parte fundamental de la estructura conceptual del colonialismo durante cientos de años, llegando incluso a introducirse en los ordenamientos jurídicos de varios países.
Los Dicasterios vaticanos de Cultura y de Desarrollo Humano Integral han reconocido hoy conjuntamente que: "estas bulas papales no reflejaron adecuadamente la igual dignidad y los derechos de los pueblos indígenas" y dieron lugar a "actos contra los pueblos indígenas que se llevaron a cabo, a veces, sin oposición de las autoridades eclesiásticas [... ] Es de justicia reconocer estos errores, reconocer los terribles efectos de las políticas de asimilación y el dolor experimentado por los pueblos indígenas, y pedir perdón."
El repudio formal se produce después de que el Papa Francisco realizara una visita penitencial el año pasado a Canadá, donde muchos miles de niños indígenas fueron víctimas de esas políticas.
Los ancianos indígenas, entre ellos Mindahi Bastida Muñoz (en la foto), miembro del consejo asesor de la Fundación Stop Ecocidio, llevan varios años en comunicación activa y recíproca con el Vaticano, trabajando incansablemente para lograr este momento histórico de renuncia.
La Fundación Stop Ecocide tuvo el privilegio de participar activamente en ese viaje. Andreas Magnusson, miembro del consejo asesor de jóvenes de la fundación, y Jojo Mehta, presidente, así como Pella Thiel, cofundadora de End Ecocide Sweden, estuvieron presentes con Mindahi Bastida en Estocolmo en una reunión que constituyó un paso clave en ese diálogo histórico: una reunión con parlamentarios suecos y con el cardenal de la iglesia católica de Suecia, en 2020.
Fue un encuentro que comunicó: la experiencia de los pueblos indígenas resultante de la "doctrina del descubrimiento"; la experiencia de los jóvenes de hoy ante el colapso climático y medioambiental; la relevancia de la sabiduría indígena y la tutela de la Tierra; y la importancia de las vías legales (ley del ecocidio, derechos de la naturaleza) para realinear el mundo moderno con esta sabiduría.
Con el reconocimiento histórico de hoy, esta realineación está un paso más cerca.