La juventud mundial exige una ley sobre el ecocidio antes de la COP30
Resumen
La Declaración de la Juventud Mundial 2025, que representa a miles de jóvenes de más de 100 países, ha pedido la adopción de leyes sobre el ecocidio para que empresas y Estados asuman responsabilidades penales por la destrucción masiva del ambiente, al tiempo que reconoce explícitamente que "las guerras, los genocidios y los conflictos provocan la degradación del ambiente y exacerban el cambio climático a través de emisiones incontroladas e ilimitadas".
El documento político de 91 páginas, elaborado a través de YOUNGO -el grupo oficial de niños y jóvenes de la CMNUCC- se presentará en la COY20 y la COP30 de Belém (Brasil) el próximo mes de noviembre.
La declaración identifica cinco prioridades clave:
Fortalecimiento de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés): compromisos claros para limitar el calentamiento a 1,5 °C mediante una eliminación completa, rápida y justa de los combustibles fósiles, que garantice una transición equitativa y basada en derechos.
Equidad intergeneracional: institucionalizarla como principio fundamental en toda la gobernanza climática, en consonancia con la Opinión Consultiva de la CIJ de julio de 2025.
Paz y protección: reconocer las repercusiones ambientales y climáticas de la guerra y pedir un alto el fuego mundial inmediato para salvaguardar a las comunidades vulnerables.
Justicia en la financiación climática: garantizar una financiación accesible, equitativa y basada en subvenciones para los movimientos de base, liderados por grupos de jóvenes y de colectivos desfavorecidos, junto con la reforma de los sistemas financieros mundiales.
Prioridad a la adaptación: elevar la adaptación al mismo nivel que la mitigación y la financiación, reforzar los planes nacionales y apoyar la resiliencia liderada por las comunidades.
Recopilada a través de las Conferencias Locales de la Juventud (LCOY, por sus siglas en inglés) en decenas de países, la declaración representa una postura unificada de la juventud mundial que vincula la destrucción del ambiente, tanto por la actividad empresarial como por las operaciones militares, con la exigencia de rendición de cuentas en el ámbito penal.
Paulina Slawek, Líder de Embajadores Estudiantiles de Stop Ecocidio Internacional, declaró:
"Cuando miles de jóvenes de más de 100 países reconocen formalmente que las guerras y los conflictos constituyen una destrucción ambiental -un ecocidio- dentro del proceso oficial de la ONU sobre el clima, se envía una señal inequívoca a los líderes mundiales: nuestra generación no aceptará un futuro en el que el daño ambiental masivo quede impune. Como estudiantes y jóvenes, vemos claramente lo que muchos en posiciones de poder se niegan a reconocer: que la crisis climática y el colapso ecológico no son ajenos a las cuestiones de la justicia, la responsabilidad y el derecho penal".
Salsalina Larasati, Embajadora Estudiantil de Stop Ecocidio Internacional y colaboradora de la GYS, declaró:
"La destrucción masiva del ambiente no es sólo una amenaza para los medios de subsistencia, sino una amenaza para el propio sentido de pertenencia. El ambiente tiene un significado más profundo que dar vida, es el fundamento de la vida. Lo menos que podemos hacer es protegerlo luchando por una ley sobre el ecocidio, que sirva de llamada, incluyendo a la juventud, a la solidaridad por la justicia en defensa de la equidad intergeneracional".
Puede leer la Declaración Mundial de la Juventud completa aquí.