Ley del ecocidio para proteger y apoyar nuestra relación con los océanos
La salud de los océanos es esencial para la vida en la Tierra. Los océanos, hogar de innumerables especies (muchas de ellas fundamentales) y de innumerables ecosistemas interdependientes, son los mayores productores de oxígeno y reguladores del clima, así como unos enormes sumideros naturales de carbono. Los océanos también proporcionan alimentos y medios de vida (la "economía azul" mundial) a cientos de millones de personas. Este equilibrio de relaciones depende en gran medida de una biodiversidad próspera y de unos ecosistemas marinos sanos. Por tanto, debemos gestionar respetuosamente lo que los océanos nos proporcionan, protegiéndolos al mismo tiempo de los peores daños que puedan sufrir, como son, por ejemplo, los causados por la contaminación y por la extracción excesiva y los daños que exacerban su calentamiento y acidificación.
Al reconocer esos peores daños - o “ecocidio" - en el Derecho penal internacional, se establece un parámetro preventivo y necesario para garantizar que la actividad humana se mantiene dentro de unos límites seguros. Este tipo de ley creará responsabilidad en los niveles más altos de la toma de decisiones en los gobiernos y de la industria, fomentando la diligencia debida y reforzando fuertemente las regulaciones existentes relativas a la protección de los océanos.
Hasta ahora, los marcos jurídicos existentes no han sido eficaces para disuadir a las empresas y a los modelos económicos que destruyen las poblaciones y los ecosistemas marinos. Sin embargo, con la ley del ecocidio como elemento de apoyo, estos marcos pueden empezar a adecuarse a su finalidad.
El reconocimiento del ecocidio no sólo proporciona una barrera de seguridad jurídica para disuadir y evitar los daños más graves, sino que también presenta oportunidades positivas. Entre ellas, se incluyen: la igualdad de condiciones para las empresas sostenibles; el desbloqueo de la innovación y el estímulo de la inversión hacia prácticas pesqueras regenerativas y autóctonas; la estabilización del riesgo operativo y de reputación; y la orientación hacia colaborar con la fauna oceánica, en lugar de ir contra ella.
Es hora de que los gobiernos se pongan firmes
Como organizaciones, empresas y comunidades que viven y trabajan con los océanos, creemos que el reconocimiento del ecocidio como crimen internacional es esencial para garantizar una relación sana con los océanos, el clima y nuestro futuro común, así como una protección duradera de los mismos.
Por lo tanto, hacemos un llamamiento a todos los gobiernos para que apoyen la inclusión del crimen de ecocidio en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y para que se unan activamente al creciente debate mundial para que ello se convierta en realidad.
¹ Definición jurídica consensuada de ecocidio redactada por el Panel de Expertos Independientes, convocado por la
Fundación Stop Ecocidio. https://www.stopecocide.earth/legal-definitionjunio de 2021