Penalizar el ecocidio: negocios dentro de los límites planetarios

Esta entrada forma parte de un Blog de invitadxs que pretende ser un espacio dedicado a los numerosos movimientos/campañas de todo el mundo que se enfrentan a la destrucción de los ecosistemas para que compartan sus historias, relatos y perspectivas.

Este post fue escrito por Sue Miller, Directora de Redes Mundiales de Stop Ecocide International, y publicado originalmente por la Confederación de la Industria Británica (CBI).


Negocios dentro de los límites planetarios: cómo puede ayudar una nueva ley de ecocidio

Imaginemos un mundo en el que el comercio y la Tierra puedan prosperar; en el que las empresas responsables con el medio ambiente no se vean perjudicadas por quienes externalizan sus verdaderos costes a la naturaleza; en el que las empresas puedan invertir en un futuro estable y sostenible.

Ese mundo podría estar más cerca de lo que crees.

La Soil Association se enorgullece de ser miembro de la red Business for Ecocide Law y firmante de la Carta Abierta a las Empresas de Stop Ecocide International.

¿Qué es el ecocidio?

Ecocidio -del griego "oikos" que significa hogar y del latín "cadere", matar- es una palabra que está ganando actualidad e impulso a medida que empezamos a comprender colectivamente el daño que estamos haciendo a la Tierra. El ecocidio se produce porque la ley no lo previene adecuadamente.

Las leyes que rigen la actividad comercial se crearon en una época en que los recursos de la Tierra parecían infinitos y la propia Tierra invencible. Sin embargo, no han evolucionado al ritmo de nuestra capacidad de destrucción y ya no son capaces de evitar los daños que estamos causando. El deber para con los accionistas sigue prevaleciendo sobre el deber para con el planeta. Las inversiones y las subvenciones siguen fluyendo hacia actividades que perjudican en lugar de curar. Estamos atrapados en un ciclo de extracción implacable, producción masiva y eliminación irreflexiva sin tener realmente en cuenta el efecto que está teniendo sobre la Tierra. Las leyes, pactos, tratados y acuerdos existentes han demostrado su ineficacia contra las peores prácticas. Todas las multas o indemnizaciones civiles impuestas a las empresas contaminantes -si es que se imponen- se consideran un gasto empresarial, empequeñecido por los enormes beneficios que se obtienen.

Ecosia, empresa tecnológica líder en pensamiento, ha sido durante mucho tiempo una ferviente defensora del creciente movimiento mundial para criminalizar el ecocidio.

Si queremos proteger la Tierra de una destrucción irreflexiva y temeraria, tenemos que cambiar las reglas.

En junio de 2021, un Grupo de Expertos Independientes de juristas internacionales (IEP, por sus siglas en inglés), convocado por la Fundación Stop Ecocide, publicó una definición de un nuevo crimen internacional de ecocidio, diseñada para ser añadida como enmienda al documento fundacional de la Corte Penal Internacional (CPI). Allí ocuparía su lugar junto a los crímenes que la humanidad considera más atroces: genocidio, crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y crímenes de agresión. Y, como estamos empezando a ver, los efectos de un daño medioambiental grave pueden ser tan dañinos como el genocidio.

La definición es la siguiente:

"ecocidio": actos ilícitos o gratuitos cometidos a sabiendas de que existe una probabilidad sustancial de que esos actos causen daños graves y generalizados o a largo plazo al medio ambiente.

Está concebida para disuadir de los peores actos de daño ambiental mediante la creación de una responsabilidad penal personal para los principales responsables de la toma de decisiones detrás de ellos, creando una línea más allá de la cual la actividad comercial nociva se considera inaceptable y trasladándola a un lugar más seguro y sostenible donde todos puedan prosperar.

Objetivo final: el ecocidio como derecho internacional 

El objetivo último es consagrar la ley de ecocidio en la CPI, donde creará una salvaguarda internacional y transfronteriza. Sin embargo, tras la publicación de la definición del IEP, varios países ya han decidido impulsar sus propias leyes nacionales sobre ecocidio basándose en ella. Bélgica, Países Bajos, España, Italia, México y Brasil tienen proyectos de ley sobre ecocidio en trámite parlamentario. Chile, cuando recientemente consolidó las leyes medioambientales existentes dentro de su constitución, incorporó elementos de la definición de la IEP. Y, en el momento de redactar este artículo, la Unión Europea está estudiando un nuevo delito medioambiental basado en la definición. 

Los inversores también lo quieren

No sólo los gobiernos ven la necesidad de una ley de ecocidio. También los inversores la reclaman. La Red Internacional de Gobierno Corporativo, una organización cuyos miembros gestionan 70 billones de dólares, ha hecho declaraciones tanto en la COP26 como en la COP27 pidiendo a los gobiernos y a los organismos normativos que apoyen la creación de un nuevo delito internacional de ecocidio.

"Las empresas que trabajan para lograr una economía más sostenible se beneficiarían en más de un sentido si el ecocidio se reconociera como delito" - Hans Stegeman, Economista Jefe, Triodos Bank

Qué significa el ecocidio para las empresas 

Para la mayoría de las empresas no hay nada que temer de la ley de ecocidio y mucho que ganar. Está concebida para penalizar únicamente a los responsables de los daños ambientales más graves y no tendrá carácter retroactivo. Es muy poco probable que las empresas bien gestionadas y que actúen con la diligencia debida estén en el punto de mira.

Lo que hará es crear unas condiciones más equitativas y desincentivar la toma de decisiones perjudiciales. Garantizará que las empresas que se esfuerzan por operar de forma sostenible dejen de verse perjudicadas por las que toman atajos y les dará más confianza en la integridad de sus cadenas de suministro. La legislación sobre ecocidio incentivará las prácticas responsables y canalizará la inversión y el talento hacia la innovación saludable. Y, a nivel personal, ayudará a proteger nuestro único hogar, nuestra salud, nuestro futuro y el de nuestros seres queridos.  

La ley del ecocidio es una ley para nuestro tiempo y está en camino.  

 Para saber más sobre la ley de ecocidio, visite el sitio web de Stop Ecocide International.

También puede firmar nuestra Carta Abierta Empresarial en la que pedimos a los gobiernos del mundo que apoyen la creación de un delito internacional de ecocidio. Si cree que su empresa se beneficiaría de una sesión informativa más exhaustiva sobre el derecho relativo al ecocidio, envíe un correo electrónico a sue@stopecocide.earth.

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